El pasado mes de diciembre, el alcalde inauguró la remodelada plaza de Santa Bárbara, que muchos conocen como lo que en su día fue el bulevar de Alonso Martínez. Las obras han tenido un costo de 3.811.940 euros, se ha peatonalizado la zona, acabando con el tráfico caótico que sólo provocaba ruido y contaminación.

Personalmente creo que la plaza está mucho mejor y que su remodelación ha sido todo un acierto, excepto por algunas extrañas e incomprensibles formas de tratar el arbolado de la zona, tanto el ya existente como las nuevas plantaciones.

Los errores en el cuidado de los árboles de la plaza son evidentes, esta es una pequeña muestra.

Debido a que en algunas zonas han tenido que nivelar el terreno, podemos ver como algunos árboles, como esta sófora de la foto, tienen el cepellón recortado y parte de el al descubierto, en un alcorque elevado rodeado de una lámina de metal. Si tenemos en cuenta que este tipo de árbol es muy propenso a la podredumbre y al ataque de todo tipo de hongos y plagas, sospecho que en muy pocos años habrá que talarlo.

Tampoco se libran de los errores jardineros los árboles más jóvenes, que se encuentran en zonas donde no hizo falta nivelar el suelo.
Estos de la foto son sóforas jóvenes, incomprensiblemente, se encuentran en un lado extremo del alcorque, con parte del tronco a pocos centímetros del pavimento de granito, esto hará que en pocos años, debido al crecimiento del tronco, se tenga que hacer una nueva obra para que el árbol pueda desarrollase sin problemas en su base o bien talar el árbol.

Y ya por sacar alguna falta más, me quejaría de los espantosos bancos, moles de granito colocados de forma absurda que sólo sirven de mesa a los jóvenes que hacen botellón.
Muy bonita la plaza pero un cero patatero para el que tenga responsabilidad en el cuidado del arbolado de la ciudad.