Ayer, tras una minuciosa reforma, el tradicional Mercado de San Miguel abrió sus puertas.
Poco ha cambiado su estructura pero sí el interior, los puestos tradicionales han pasado a ser algo sibaritas. También desapareció el típico olor a mercado, esa mezcla de olor a frutas y pescados, no sé si es debido a los materiales de los nuevos y flamantes puestos.

Creo que es toda una aventura abrir un mercado de estas características en estos tiempos de crisis, lo cierto, es que sin mirar los precios de los productos, el mercado está muy chulo y bonito.
Estas son unas fotos hechas pocas horas después de la reinauguración.

La entrada principal, como se puede ver el mercado estaba abarrotado, sobre todo de jubilados y algún que otro visitante de este blog, en la puerta, que al reconocerme, puso su mejor sonrisa para la foto.

Música para animar el ambiente.

Atentos vendedores ansiosos de captar clientes.

Y ricos productos a la espera de ser degustados por el personal.

Web del Mercado de San Miguel