Razones para asegurar que el Demonio vive en Madrid hay muchas, incluso me atrevería decir que el Demonio, aquí en Madrid, muestra su cara más chulesca y pícara. Satanás no lo puede remediar, es tan castizo como la Cibeles o el Oso y el madroño.

El Demonio tiene en Madrid su monumento, se apareció varias veces a lo largo de la historia, una de ellas haciendo gala de su patriotismo cuando se construía la Casa de Correos, otras veces se apareció a monjas visionarias, también otras monjas fueron supuestamente poseídas por él.
En ocasiones el Diablo disfrutaba metiéndose en los campanarios de las iglesias para tocar las campanas y atemorizar a la gentes e incluso hay quien dice que estuvo junto a Goya cuando el pintor vivía en la Quinta del Sordo, muy cerquita del Manzanares, inspirando al artista en sus famosos caprichos y los cuadros de su época más oscura. Algunos de estos cuadros en los que aparece el Demonio los podemos ver en diferentes museos de Madrid.

Si el Demonio vive en Madrid debe vivir en algún sitio, pero ¿dónde? Yo tengo mi propia teoría, y casi puedo asegurar que el Demonio vive aquí.

Esta foto corresponde a una de las entradas a la Plaza Mayor, hoy conocida como calle del Arco del Triunfo.
Resulta paradójico que un callejón oscuro, que cuenta en su interior con una entrada a las profundidades del viejo Madrid, hoy un práctico garaje y es, además, refugio ocasional de mendigos tenga este pomposo nombre.
Este pasaje, porque no se le puede llamar calle, antes tenía otro nombre que, en mi opinión, es el que debería seguir teniendo y no es otro que el Callejón del Infierno.

No se sabe muy bien de dónde viene este infernal nombre, es posible que sea debido al infierno vivido allí en alguno de los pavorosos incendios que la Plaza Mayor sufrió a lo largo de la historia.

Por casualidades de la vida o tal vez no, éste callejón fue morada de dos curas asesinos. Uno de esos curas fue Martín Merino que un 2 de febrero de 1852 asestó una puñalada a la reina Isabel II justo cuando ésta se disponía a presentar a su primogénita a la Virgen.
Martín Merino fue condenado a muerte y murió a garrote vil.

Unos años después, en 1886, otro cura llamado Cayetano Galeote, asesinó a las puertas de la catedral de San Isidro a Narciso Martínez, primer obispo de Madrid.
En el juicio, Galeote se comportó de una manera extraña, rabioso perdido amenazaba a todos los asistentes al proceso, un comportamiento nada cristiano tratándose de un hombre de Dios. Finalmente fue condenado a muerte pero, quién sabe si por obra del Diablo, al final acabó sus días encerrado en un manicomio.

Con todos estos antecedentes ¿alguien duda dónde se encuentra la morada del Diablo en Madrid? Yo lo tengo muy claro, vive en este siniestro callejón.



Imagen: captura de Google Earth